Si hay algo que es muy importante, es la diversión en el trabajo, no sólo en cuanto a las relaciones en el trabajo. Si todo es trabajo y todo apesta porque algo no va como tú quieres y no te ríes ni una sola vez en todo el día, eso definitivamente no es bueno.
Siempre hay algo de lo que reírse. La risa es absolutamente necesaria, especialmente en el lugar de trabajo.
La gente suele quejarse de que las cosas no salen como ellos quieren. Es comprensible. Porque nadie está contento si las cosas no salen como espera. Pero si llega un compañero y te hace pensar un rato en lo que no debes o se ríe contigo de algo, ese momento ayuda sin duda y te permite centrarte más en resolver el problema.
Cuando la gente está enfadada, suele ser mucho más difícil resolver los problemas que cuando está tranquila. Por eso, a veces es necesario sonreír ante el problema, calmarse y luego resolverlo. A menudo puede tratarse de algo trivial que puede resolverse en unos minutos, pero otras veces puede ser algo más complejo. Cuanto más complejo sea algo, con más calma hay que tratarlo. Porque esa es la única manera de resolverlo como se debe.
A veces es bueno ir a ver a un compañero de la oficina de al lado y hablar un rato de otra cosa que no sea el trabajo. Si hablas un rato de algo que no sea el trabajo y os reís juntos de algo, tu colega se alegrará.
Reír y hablar con tus compañeros de cosas ajenas al trabajo te ayudará a hacer más cosas.
Intenta cambiar tu forma de enfocar el trabajo. Es muy probable que encuentres un problema más fácil de resolver, y eso está bien.
A veces reír no hace daño.