El ocio es ahora parte integrante de nuestras vidas. Esto se debe a que nuestro estilo de vida ha cambiado por completo y necesitamos literalmente tiempo para divertirnos. Incluso en el siglo pasado era habitual no disponer de tanto tiempo de ocio. ¿Qué lo hacía posible? Sin aparatos tecnológicos, la gente de entonces solía tardar mucho más en hacer su trabajo que hoy. Así que había que tenerlo en cuenta a la hora de planificar. Desde la perspectiva actual, quizá ni siquiera hubiera sido posible vivir y trabajar de forma eficiente en una época en la que los cálculos no podían procesarse en segundos en una calculadora y las operaciones informáticas llevaban mucho más tiempo, a veces días.
¿Qué ha provocado todo esto? En efecto, los seres humanos estaban acostumbrados a vivir a un ritmo más lento. Esto se debe a que, aunque su trabajo era igual de exigente, había que dividirlo en subtareas más pequeñas. Esto significaba que el trabajo a veces requería un esfuerzo de hormiga, pero aun así no había que hacerlo con tanta prisa, y tanto la persona como el periodo de trabajo podían transcurrir tranquilamente. Esto no es posible hoy en día. Puede que todo lo que nos rodea esté tremendamente simplificado, pero, por otro lado, todo es más rápido que nosotros y, por tanto, nos vemos obligados constantemente a rendir cada vez más deprisa. Así, vivimos bajo una constante presión de tiempo, que un día pasará factura a nuestra psique.21]
Acabamos el trabajo cansados y queremos tumbarnos en el sofá. Buscamos los fines de semana y las vacaciones para vivir nuestra vida más productiva. Por eso necesitamos días en los que no tengamos que pensar en las tareas y el ritmo de trabajo. Así que te recomiendo que pases tus días libres de forma activa haciendo cosas que te hagan realmente feliz, cosas con las que disfrutes y te relajen. Eso varía de una persona a otra. Algunas personas hacen deporte, otras van al teatro. Pero hay que tomarse este tipo de descanso con regularidad y sólo así se pueden evitar situaciones desagradables como el agotamiento.